Desde que se anunció el estreno de uno de los mejores musicales de toda la historia, en el teatro Lope de Vega de Madrid, muchas especulaciones surgieron acerca de quién interpretaría a los protagonistas de la obra. Julia Möler, Dulcinea Juárez, David Ordina... eran nombres que sonaban en torno a los personajes principales de "Les Misérables".
Sin embargo, el reparto final fue muy diferente. El director dejó bien claro desde el principio lo que estaban buscando: querían sangre fresca, nuevos talentos. Y sin duda los encontraron.
Encabezando el cartel tenemos a Gerónimo Rauch como Jean Valjean, que curiosamente había empezado su carrera en este mismo musical, en el año 2000. Se le nota el talento, y sobre todo, la experiencia. Es un actor digno del papel protagonista de la obra; da la talla tanto vocal como interpretativamente.
En el papel de Javert tenemos al (para mí) ya familiar Ignasi Vidal. Ya se llevó todas las ovaciones como Judas en "Jesucristo Superstar", superando incluso al personaje principal, y como parece que el Lope de Vega le trajo suerte, repitió con el musical de Monty Python "Spamalot". En ambos estuvo espléndido, y fue mi artista masculino favorito en las dos obras. A pesar de la brillante actuación de Gerónimo en "Les Misérables", vuelve a ser Ignasi Vidal el que cautive al público por encima de cualquier otro artista.
La voz de Enrique R. del Portal no deja lucirse como el señor Thenardier, ya que su esfuerzo vocálico no es ni comparable con el de los dos actores antes mencionados, pero su expresividad y su actuación en general están perfectamente amoldadas al papel. Compartiendo el peso con Thenardier está su mujer, interpretada por Eva Diago. Juntos hacen un dúo cómico impresionante, y, en este caso, la impresionante voz de la actriz sí se luce entre las demás protagonistas femeninas de la obra.
Daniel Diges, a quien solo conocía por su actuación en la serie española "Aquí no hay quien viva" y, por supuesto, por su representación en Eurovisión 2010, se ha merecido, después de que yo haya visto la obra, todos mis respetos. Fue, quizás, el actor que más me sorprendió por su -para mí- desconocido talento. ¡Y qué talento! Llegué incluso a pensar por qué habría recibido el papel de Enjolras y no el de Marius. Porque, con perdón, se merece mucho más protagonismo que Guido Balzaretti. Si bien Guido es, digamos, agradable al oído, no logro encontrarle la fuerza interpretativa, ni tampoco llega a la maravilla vocálica.
Y se acabaron los elogios, porque comienzo aquí con el grosso de la situación, y aquello con lo que me vengo comiendo el coco desde el principio de la representación: las protagonistas femeninas.
Me apetece empezar fuerte, con mi "querida" Cosette. Y lo pongo así porque, al margen de Talía del Val, Cosette es la protagonista por la que siento más antipatía. En efecto, la odio. Ahora a lo que voy. Vocalmente, Talía del Val es mediocre. Y con mediocre, digo que cualquier ciudadano de a pie con una voz mínimamente agradable podría hacerlo no mejor, pero sí igual que ella. No sé si aquella noche en la que fui a ver la representación le resultó especialmente complicada su tarea, pero llegó hasta el punto de pegarse desafines importantes. No sé lo que hace una actriz tan verde en EL musical (¡porque no es un musical cualquiera!). Y es que ni siquiera da la talla con la interpretación, aunque, por otra parte, no voy a ser excesivamente dura en este aspecto, ya que en sí Cosette es un personaje tonto.
Aaayy Fantine, ¿¡qué te han hecho!? Virginia Carmona se lleva el segundo premio a la peor actuación de la noche. Porque no me importa tanto que la actriz de Cosette no esté a la altura de los demás miembros de el elenco, porque, como ya he dicho, Cosette en sí no es un gran personaje. Pero Fantine es un personaje que a mí, particularmente me gusta. ¡Ay Fantine! No voy a decir que Virginia ha destrozado el personaje, porque su actuación a nivel interpretativo me gustó, e incluso su voz daba la talla en la mayoría de sus canciones, y resultaba incluso preciosa. ¡Pero cuidaaaado con el solo, Carmona! "Soñé una Vida" (o "I Dreamed a Dream", para los clásicos) es una de las canciones más bonitas de todo el musical (sino la que más). Y habiendo escuchado a Lea Michele y a Idina Menzel cantando la versión original, no me puedo resistir a hacer una dura crítica a su voz. No, no has destrozado el personaje, ¡pero sí has destruido la canción!
Y otra vez digo que Virginia Carmona no es mala actriz, ni mala cantante, pero en Les Misérables no se pueden admitir este tipo de "errores", o "fallos" o como quieran llamarse. La última vez que fui a ver a Dulcinea Juárez al teatro, tuve la inmensa suerte de oírla cantar "Soñé un Sueño", y ¡eso sí que era una Fantine en condiciones! Y ahora no me extraña que su nombre fuera murmurado por los pasillos del Lope antes de que se diera la lista oficial del elenco. Pocas veces me se me han puesto los pelos de punta en un teatro, y la voz de Dulcinea Juárez es prácticamente lo único que lo consigue. Consigue que yo sienta la necesidad de cerrar los ojos y concentrar todo mi cuerpo en oír la música. Sí, las comparaciones son odiosas. Quizás si no hubiera oído antes la canción, esta crítica no hubiera existido nunca, pero ya puestos a comparar, pongamos todas las cartas sobre la mesa. Tampoco me atrevo a cuestionar a la actriz, con el pedazo de carrera que lleva a sus espaldas a pesar de su corta edad, pero, una vez más, es que las comparaciones... ¡ay las comparaciones!
Y aquí llega el pequeño dilema de "Les Misérables": Lydia Fairén. Éponine es mi personaje favorito, el mejor de las más de mil páginas que rellena el libro de Víctor Hugo, y por eso no puedo irme sin dejar una crítica de la actriz que la interpreta. En cuanto a su faceta de "actriz" (lo que viene siendo la interpretación expresiva, vamos), Lydia está verde lechuga (o guisante, o judía, o el vegetal que guste). Se nota que no es Éponine, se nota que es tan solo una artista encima de un escenario, ¡pero una pedazo de artista! Y terminé de tirar tomatazos al escenario. Le falta experiencia, le falta pulirse, le falta confianza, le falta meterse en el personaje, le falta sentir lo que canta. Pero no se puede negar que la peque de "Les Misérables" tiene mucho talento.
Y es que ha tenido suerte, porque sus compañeras protagonistas no brillan en el escenario, y es ella la que deslumbra con su voz. "On My Own" es otra de mis canciones favoritas, y también la escuché cantada por la fantástica Lea Michele (sí, que ya sé que en estudio sonamos todos muy bien), así que cuando oí los primeros acordes, temí lo peor. Mi personaje favorito y mi solo favorito en manos de una actriz desconocida (que más tarde me enteré de que sí la conocía). Pero me alegré al ver que no había nada que temer. Lydia Fairén cantó muy bien y, aunque tampoco la bordó, se nota que promete mucho. Volveré a ver la obra dentro de unos meses (esperemos que siga en cartel mucho tiempo), y entonces espero encontrarme (y sé que me encontraré) a una perfecta Éponine y a Lydia Fairén comiéndose el escenario.
Es un diamante en bruto a quien me gustaría seguir viendo en las tablas, porque creo que tiene mucho futuro en los musicales.
Encabezando el cartel tenemos a Gerónimo Rauch como Jean Valjean, que curiosamente había empezado su carrera en este mismo musical, en el año 2000. Se le nota el talento, y sobre todo, la experiencia. Es un actor digno del papel protagonista de la obra; da la talla tanto vocal como interpretativamente.
En el papel de Javert tenemos al (para mí) ya familiar Ignasi Vidal. Ya se llevó todas las ovaciones como Judas en "Jesucristo Superstar", superando incluso al personaje principal, y como parece que el Lope de Vega le trajo suerte, repitió con el musical de Monty Python "Spamalot". En ambos estuvo espléndido, y fue mi artista masculino favorito en las dos obras. A pesar de la brillante actuación de Gerónimo en "Les Misérables", vuelve a ser Ignasi Vidal el que cautive al público por encima de cualquier otro artista.
La voz de Enrique R. del Portal no deja lucirse como el señor Thenardier, ya que su esfuerzo vocálico no es ni comparable con el de los dos actores antes mencionados, pero su expresividad y su actuación en general están perfectamente amoldadas al papel. Compartiendo el peso con Thenardier está su mujer, interpretada por Eva Diago. Juntos hacen un dúo cómico impresionante, y, en este caso, la impresionante voz de la actriz sí se luce entre las demás protagonistas femeninas de la obra.
Daniel Diges, a quien solo conocía por su actuación en la serie española "Aquí no hay quien viva" y, por supuesto, por su representación en Eurovisión 2010, se ha merecido, después de que yo haya visto la obra, todos mis respetos. Fue, quizás, el actor que más me sorprendió por su -para mí- desconocido talento. ¡Y qué talento! Llegué incluso a pensar por qué habría recibido el papel de Enjolras y no el de Marius. Porque, con perdón, se merece mucho más protagonismo que Guido Balzaretti. Si bien Guido es, digamos, agradable al oído, no logro encontrarle la fuerza interpretativa, ni tampoco llega a la maravilla vocálica.
Ignasi Vidal en un precioso decorado inspirado en los dibujos de Víctor Hugo |
Y se acabaron los elogios, porque comienzo aquí con el grosso de la situación, y aquello con lo que me vengo comiendo el coco desde el principio de la representación: las protagonistas femeninas.
Me apetece empezar fuerte, con mi "querida" Cosette. Y lo pongo así porque, al margen de Talía del Val, Cosette es la protagonista por la que siento más antipatía. En efecto, la odio. Ahora a lo que voy. Vocalmente, Talía del Val es mediocre. Y con mediocre, digo que cualquier ciudadano de a pie con una voz mínimamente agradable podría hacerlo no mejor, pero sí igual que ella. No sé si aquella noche en la que fui a ver la representación le resultó especialmente complicada su tarea, pero llegó hasta el punto de pegarse desafines importantes. No sé lo que hace una actriz tan verde en EL musical (¡porque no es un musical cualquiera!). Y es que ni siquiera da la talla con la interpretación, aunque, por otra parte, no voy a ser excesivamente dura en este aspecto, ya que en sí Cosette es un personaje tonto.
Aaayy Fantine, ¿¡qué te han hecho!? Virginia Carmona se lleva el segundo premio a la peor actuación de la noche. Porque no me importa tanto que la actriz de Cosette no esté a la altura de los demás miembros de el elenco, porque, como ya he dicho, Cosette en sí no es un gran personaje. Pero Fantine es un personaje que a mí, particularmente me gusta. ¡Ay Fantine! No voy a decir que Virginia ha destrozado el personaje, porque su actuación a nivel interpretativo me gustó, e incluso su voz daba la talla en la mayoría de sus canciones, y resultaba incluso preciosa. ¡Pero cuidaaaado con el solo, Carmona! "Soñé una Vida" (o "I Dreamed a Dream", para los clásicos) es una de las canciones más bonitas de todo el musical (sino la que más). Y habiendo escuchado a Lea Michele y a Idina Menzel cantando la versión original, no me puedo resistir a hacer una dura crítica a su voz. No, no has destrozado el personaje, ¡pero sí has destruido la canción!
Y otra vez digo que Virginia Carmona no es mala actriz, ni mala cantante, pero en Les Misérables no se pueden admitir este tipo de "errores", o "fallos" o como quieran llamarse. La última vez que fui a ver a Dulcinea Juárez al teatro, tuve la inmensa suerte de oírla cantar "Soñé un Sueño", y ¡eso sí que era una Fantine en condiciones! Y ahora no me extraña que su nombre fuera murmurado por los pasillos del Lope antes de que se diera la lista oficial del elenco. Pocas veces me se me han puesto los pelos de punta en un teatro, y la voz de Dulcinea Juárez es prácticamente lo único que lo consigue. Consigue que yo sienta la necesidad de cerrar los ojos y concentrar todo mi cuerpo en oír la música. Sí, las comparaciones son odiosas. Quizás si no hubiera oído antes la canción, esta crítica no hubiera existido nunca, pero ya puestos a comparar, pongamos todas las cartas sobre la mesa. Tampoco me atrevo a cuestionar a la actriz, con el pedazo de carrera que lleva a sus espaldas a pesar de su corta edad, pero, una vez más, es que las comparaciones... ¡ay las comparaciones!
Y aquí llega el pequeño dilema de "Les Misérables": Lydia Fairén. Éponine es mi personaje favorito, el mejor de las más de mil páginas que rellena el libro de Víctor Hugo, y por eso no puedo irme sin dejar una crítica de la actriz que la interpreta. En cuanto a su faceta de "actriz" (lo que viene siendo la interpretación expresiva, vamos), Lydia está verde lechuga (o guisante, o judía, o el vegetal que guste). Se nota que no es Éponine, se nota que es tan solo una artista encima de un escenario, ¡pero una pedazo de artista! Y terminé de tirar tomatazos al escenario. Le falta experiencia, le falta pulirse, le falta confianza, le falta meterse en el personaje, le falta sentir lo que canta. Pero no se puede negar que la peque de "Les Misérables" tiene mucho talento.
Y es que ha tenido suerte, porque sus compañeras protagonistas no brillan en el escenario, y es ella la que deslumbra con su voz. "On My Own" es otra de mis canciones favoritas, y también la escuché cantada por la fantástica Lea Michele (sí, que ya sé que en estudio sonamos todos muy bien), así que cuando oí los primeros acordes, temí lo peor. Mi personaje favorito y mi solo favorito en manos de una actriz desconocida (que más tarde me enteré de que sí la conocía). Pero me alegré al ver que no había nada que temer. Lydia Fairén cantó muy bien y, aunque tampoco la bordó, se nota que promete mucho. Volveré a ver la obra dentro de unos meses (esperemos que siga en cartel mucho tiempo), y entonces espero encontrarme (y sé que me encontraré) a una perfecta Éponine y a Lydia Fairén comiéndose el escenario.
Es un diamante en bruto a quien me gustaría seguir viendo en las tablas, porque creo que tiene mucho futuro en los musicales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario